La crisis pasa a Melilla: cientos de marroquíes asaltan la valla y al menos 30 entran ilegalmente en España
Cientos de inmigrantes marroquíes han tratado de saltar ilegalmente la valla entre Marruecos y Melilla para entrar en España en la madrugada del jueves al viernes, algo que hasta ahora solo protagonizaban a este nivel inmigrantes subsaharianos. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha cifrado en 30 el número de inmigrantes que han logrado acceder.
Los hechos ocurrieron de madrugada, y después de que entre el lunes y el martes accedieran a Ceuta unos 10.000 marroquíes, algo también nunca visto. El asalto a Ceuta fue una represalia del Gobierno de Marruecos contra España por acoger al líder del Frente Polisario para tratarlo en un hospital.
En una entrevista en la Cadena COPE, el titular de Interior ha explicado que todos ellos serán «localizados y se harán los procedimientos adecuados para que, en caso de que no sean acreedores de protección internacional, sean devueltos» a Marruecos.
«Ayer hubo una pluralidad de intentos donde tanto las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas, con Guardia Civil y Policía Nacional en coordinación con las Fuerzas Armadas, han impedido que ese número importante de inmigrantes irregulares pudieran acceder», ha explicado Marlaska.
Es la primera vez que un grupo tan numeroso de marroquíes intenta acceder de esta manera a Melilla, un modus operandi que hasta ahora era usado sobre todo por subsaharianos.
Las avalanchas se han ido produciendo en varios grupos numerosos por distintos puntos del perímetro fronterizo, especialmente por la zona que abarca desde Farhana a Mariguari así como en la zona de Barrio, donde se toparon con la presencia del Ejército, que por primera noche realizaban labores de vigilancia en la valla, en unión de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local.
Precisamente, en previsión de que pudiera darse este suceso, el Ejército español comenzó a desplegarse en la misma noche del jueves para reforzar la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a lo largo del perímetro fronterizo.
El pasado martes ya se constató que hasta 80 personas, un alto número de ellas de origen subsahariano, ya habían conseguido colarse de forma ilegal en España a través de la frontera de Melilla, por lo que se activaron las alarmas en la zona. A partir de ese día se reforzó la seguridad tanto en el perímetro terrestre como en la costa con agentes de la Guardia Civil y el apoyo de la Policía Nacional. Desde la noche del jueves, efectivos de Defensa se sumaron al servicio de vigilancia.
De esta forma, Melilla se convierte en un nuevo punto caliente en la crisis migratoria que en las últimas jornadas ha sacudido Ceuta como consecuencia de la grave crisis diplomática entre España y Marruecos a raíz de la acogida en territorio nacional del líder del Frente Polisario enfermo, Brahim Ghali. Esta semana, en torno a 10.000 ciudadanos entraron de forma ilegal en la ciudad autónoma ceutí merced a la apertura de puertas por parte de las autoridades marroquíes, colaborando así en la estrategia marcada por el país alauita.
Las declaraciones de Marlaska
El ministro del Interior ha sido preguntado sobre las devoluciones de los migrantes que accedieron a Ceuta. Marlaska ha explicado que del total de 8.000 personas «han retornado más de 6.500» hasta el momento. A su vez, su departamento continúa «trabajando» con la situación de los menores, que no pueden ser devueltos a su país de origen.
«La situación es de una cierta normalidad, atendiendo a lo que han sido los días previos y la situación que hemos tenido que enfrentar de primer momento y con los medios necesario. En este sentido, han regresado la mayor parte de adultos que cruzaron de forma indebida», ha explicado.
En este contexto, Marlaska ha negado que el Ejecutivo haya llevado a cabo devoluciones en caliente. «Se ha hecho un rechazo en frontera», ha matizado el ministro, que ha señalado que lo ocurrido en la ciudad autónoma no fue «una crisis migratoria, sino una vulneración de fronteras».
Así, el titular de Interior ha señalado que la «devolución en caliente no es un concepto jurídico» y ha rechazado referirse a cuestiones que suponen «algo tan importante en derecho internacional». «Un rechazo en frontera es una persona que no ha entrado, y tenemos lugares adecuados y concretos en frontera para que esas personas, si son peticionarias de derecho internacional, puedan realizarlo», ha añadido.
Para Marlaska, existe una diferencia entre lo ocurrido en Ceuta y el salto de la valla de Melilla. «Yo no compararía los supuestos. Lo de Ceuta ha sido un intento de vulneración de nuestras fronteras al que hemos hecho frente. Son supuestos de hechos suficientemente distintos», ha sostenido.
Preguntado sobre si teme una nueva invasión, Marlaska ha aseverado que no espera ni concibe «ninguna otra posibilidad de vulneración» de las «fronteras» españolas que el Gobierno va a «proteger» como ha «protegido desde el primer momento».
«Nuestras fronteras en Ceuta y Melilla las vamos a defender con todos los medios a nuestra disposición y no van a ser vulneradas igualmente que nuestros valores democráticos. Eso también tiene que quedar claro», ha insistido.
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